Evaluación de la plantación de Swietenia macrophylla King en tubetes (página 2)
Tabla 1.Composición de los sustratos utilizados
en la producción de plantas de Swietenia
macrophylla en vivero
Sustratos | Simbología | Composición | |||
Turba +estiércol de caballo Turba + estiércol de caballo + compost Suelo (donde se encuentra cultivada la | Tu + Ec T + Ec + Co Sc | 50%+50% 25%+25%+50 100% |
2.2.2 Componentes utilizadas y
procedencia en el vivero
Según Mitchell (2007)
Turba: Por su buena porosidad y capacidad de
retención de humedad se utiliza mucho para mejorar suelos.
Se obtuvo de un área que se encuentra en el
Kilómetro 5 de la carretera a San Juan y Martínez
en el municipio de Pinar del Río.
Estiércol de caballo: Uno de los atributos de
suma importancia que le confieren al estiércol es su
capacidad modificadora de las propiedades químicas del
suelo, puesto que el incremento de la actividad microbiana
permite le liberación de ciertos elementos que puedan
quedar disponibles para las plantas mejorar la productividad de
los suelos. Se obtuvo de un abastecimiento particular en el
reparto 5 de Septiembre de la ciudad de Pinar del
Río.
Compost orgánico: Se obtuvo en el
organopónico situado dentro del recinto de la Universidad
a partir de la descomposición de los restos de cosechas,
tales como col, lechuga, zanahoria y otros cultivos.
2.3 Preparación del sitio de
plantación
Una vez concluida la fase de vivero, las plantas fueron
llevadas al área experimental, ubicada en el
Polígono de Investigación docente "Loma del Ganso",
para su plantación. La plantación se efectuó
en el mes de agosto del año 2008. Para ello se
realizó una preparación manual del sitio mediante
desbroce con machete. Se hicieron hoyos de plantación con
un espaciamiento de 2,5 x 2,5 m El tamaño de la muestra
fue de 25 plantas para cada tratamiento. Se montaron 3 parcelas
permanentes, para un total de 75 plantas, según un
diseño experimental completamente al azar. Cada
tratamiento respondió a una parcela que se
correspondió con el sustrato utilizado en el vivero, como
se muestra a continuación tratamiento A (Tu50%-Ec50%), B
(Tu25%-Ec25%-Co50%) y C (Sc100%).
2.4 Caracterización de las plantas en el sitio
de plantación
En esta fase se realizaron mediciones de los
parámetros morfológicos a todos los tratamientos y
el estado nutritivo en el sitio de la plantación,
solamente al tratamiento A (Tu50%-Ec50%), por haber sido el que
sobrevivió a los cuatro años de plantada.
También se calculó la supervivencia a los doce
meses en cada tratamiento en condiciones de campo.
Los tres tratamientos se midieron durante cuatro
años. En el tratamiento A (Tu50%-Ec50%), en el primer
año se midieron 23 plantas, en el segundo y tercer
año 21 plantas, quedando 20 plantas en el último
año. En el tratamiento B (Tu25%-Ec25%-Co50%), en el primer
año se midieron 10 plantas, durante el segundo y tercer
año se midieron 9 plantas y en el último año
solo fue posible medir una planta. En el tratamiento C (Sc100%),
fueron medidas ocho plantas en el primer año, seis plantas
en el segundo, cinco en el tercero y en el cuarto año no
fue posible medir ninguna.
2.5 Determinación de los parámetros
morfológicos
Altura
Las mediciones en altura en cada tratamiento se
realizaron a los tres y seis meses. Luego anualmente, desde el
primero hasta el cuarto año. La altura se midió
desde el cuello de la raíz hasta el extremo de la yema
apical.
Diámetro
Se realizaron mediciones de diámetro a los tres y
seis meses a las plantas por cada tratamiento. También se
realizaron mediciones desde el primero hasta el cuarto
año. Los valores de los diámetros se tomaron en el
cuello de la raíz en las primeras etapas de
plantación y el diámetro a la altura del pecho
(DAP) cuando la planta alcanzó una altura superior a 1,30
m.
Los instrumentos utilizados para la primera etapa en
plantación fueron cinta diamétrica graduada en
centímetros para medir el diámetro y para la altura
con una vara telescópica.
Determinación del índice de
esbeltez
Esbeltez (H: D).
Es la relación H: D altura: diámetro del
cuello de la raíz, donde:
H = altura (cm)
D = diámetro (mm)
Las mediciones de altura y diámetro en cada una
de las etapas fueron utilizadas para calcular también el
índice de esbeltez de las plantas en cada uno de los
tratamientos. Durante la etapa también se realizaron
observaciones a la fenología de las plantas
detectándose problemas como daños mecánicos
producidos por el ramoneo en el área en los tres
tratamientos ya que el lugar es un campo abierto y se tiene la
desventaja del pastoreo del ganado.
También se observó la presencia de
Hypsipylla grandella (Zeller) en las primeras etapas en
la plantación.
En la última evaluación se realizaron
mediciones de los parámetros morfológicos: altura,
diámetro y cálculo de la esbeltez. También
se evaluó el parámetro fisiológico estado
nutritivo de la planta. Es preciso destacar que las muestras
foliares solo fueron tomadas en uno de los tratamientos que fue
el que sobrevivió.
Se tomaron también muestras del suelo donde se
encuentra la plantación con el objetivo de analizar la
presencia de nutrientes.
2.6 Determinación de la
supervivencia
Para el cálculo del porcentaje de supervivencia
se utilizó la siguiente ecuación: (Linares,
2005).
% supervivencia= Pv/ (Pv+Pm)*100
Donde:
Pv: Plantas vivas
Pm: Plantas muertas
2.7 Estudio de las propiedades química del
suelo en el sitio de plantación
Para la caracterización química del suelo
se tomaron diferentes muestras en el sitio de plantación.
Se les determinó los siguientes macronutrientes: calcio,
magnesio, sodio, potasio también se le realizaron otras
determinaciones tales como pH y contenido de materia
orgánica. Estos análisis fueron realizados en el
Laboratorio de la Dirección Provincial de Suelos y
Fertilizantes del Ministerio de la Agricultura de Pinar del
Río.
2.8 Estado nutritivo de las plantas
Para la realización del análisis foliar,
fueron seleccionadas al azar 10 plantas del tratamiento A
(Tu50%-Ec50%), en este tratamiento se agrupan las plantas que han
sobrevivido a los factores adversos.
Las hojas fueron llevadas a la estufa con temperatura de
70? C por un tiempo de 24 horas. Posteriormente las hojas fueron
molidas en la licuadora para obtener mayor pulverización
en las hojas, una vez concluida se pasó por un tamiz de
0,5 mm y se envasaron (ver figura 11y 12).
A las muestras se le determinaron macronutrientes tales
como: Nitrógeno, Potasio, Fósforo, Calcio y
Magnesio. Estos análisis se efectuaron en el Laboratorio
de la Dirección Provincial de Suelos y Fertilizantes del
Ministerio de la Agricultura de Pinar del Río.
Figuras: 11. Secado del follaje en la
estufa. Fuente: La autora
Figuras: 12. Tamizado de las hojas.
Fuente: La autora
2.9 Condiciones climáticas
Los datos meteorológicos fueron cedidos por la
estación meteorológica de Pinar del Río
desde los años 2008 – 2011
2.10 Procesamiento estadístico
Para el procesamiento de los datos se utilizó un
análisis de varianza simple (Anova) y la prueba de
comparación de medias de Duncan para las variables que
cumplían con una distribución normal.
Para la realización de estos análisis se
utilizó el paquete estadístico SPSS para Windows
Versión15.0.
Análisis y
discusión de los resultados
3.1 Resultados obtenidos en el vivero
Para llegar a los resultados finales, se
consideró necesario hacer referencia a los principales
resultados obtenidos en el vivero para relacionarlos con los
obtenidos en las condiciones de plantación.
Esto es importante ya que se trata de determinar si
efectivamente la planta de mejores características de
calidad en el vivero también fue la mejor en condiciones
del sitio de plantación. A continuación se detallan
algunos de estos resultados obtenidos por (Mittchel,
2007).
3.1.1 Comportamiento de la germinación en el
vivero
Las primeras semillas en germinar fueron las del
tratamiento A (Tu50-Ec50), que comenzó a los 15
días de sembradas, obteniéndose un 100 % de
germinación a los 30 días. De la misma manera
ocurrió en los tratamientos B (Tu25-Ec25-Co50) y C
(Sc).
3.1.2 Análisis de la planta en el control
intermedio del vivero
En la tabla siguiente se presentan los resultados de un
control intermedio de la calidad de las plantas en el
vivero.
Tabla 2. Comportamiento de la altura, diámetro y
esbeltez en el control intermedio de la fase vivero. Letras
distintas difieren significativamente para p<0.05 (n = 25
plantas por tratamiento) Prueba de Duncan.
Tratamientos | Altura (cm) | Diámetro en el cuello de | Esbeltez (h/d) | |
A = Tu50-Ec50 | 16,43 (a) | 0,35 (a) | 4,69 (b) | |
B=Tu25-Ec25-Co50 | 15,97 (ab) | 0,33 (a) | 4,84 (a) | |
C = Sc | 14,48 (b) | 0,30 (b) | 4,82 (a) |
Entre los tratamientos A (Tu50-Ec50) y B
(Tu25-Ec25-Co50) no se observan diferencias
estadísticamente significativas con respecto a la altura y
el diámetro.
En el tratamiento C (Sc) se observan diferencias
significativas con relación al tratamiento A (Tu50-Ec50),
que es mejor en todos los parámetros evaluados.
Los valores obtenidos en el índice de esbeltez,
demuestran que el mejor tratamiento es el tratamiento A
(Tu50-Ec50) teniendo en cuenta que el menor valor de este
índice está en dicho tratamiento. Según
Fajardo (2005) que hizo un análisis en los mismos
sustratos, plantea que el contenido de materia orgánica en
el tratamiento A (Tu50-Ec50), es mayor que los demás
tratamientos. Según Cairo y Fundora (2007), la materia
orgánica es muy importante ya que es la fuente de
nitrógeno del suelo para las plantas, su influencia es
decisiva en las propiedades físicas como la estructura y a
la capacidad de retener humedad.
3.1.3 Comportamiento de la calidad de la planta al
final del cultivo
En la siguiente tabla se presentan los resultados del
control final de las plantas antes de ser llevadas a la
plantación.
Tabla 3. Mediciones de los parámetros
morfológicos en el control final. Letras distintas
difieren significativamente para p<0.05 (n = 25 plantas por
tratamiento) Prueba de Duncan.
Trat. | h (cm) | dcr (cm) | Af(cm) | PSA ( g) | PSR (g) | PST (g) | PSA/ PSR | h/d | QI | ||||
A | 18,11(a) | 0,37(a) | 84 (b) | 1,6 (ab) | 0,48 (ab) | 2,08 (ab) | 3,33 (ab) | 4,89 (b) | 0,25 (b) | ||||
B | 18,04(a) | 0,35(ab) | 104,6(a) | 1,75 (a) | 0,62 (a) | 2,37 (a) | 2,82 (b) | 5,15 (a) | 0,30 (a) | ||||
C | 16,26(b) | 0,33(b) | 104,2(a) | 1,5 (b) | 0,41 (b) | 1,91 (b) | 3,65 (a) | 4,93 (b) | 0,22 (b) |
Tratamientos: A = Tu50-Ec50,
B=Tu25-Ec25-Co50, C = 100Sc
Se observa que existen diferencias significativas entre
los tres tratamientos y en la mayoría de los
parámetros evaluados los tratamientos A (Tu50-Ec50) y B
(Tu25-Ec25-Co50) no muestran diferencias significativas en sus
valores pero si en comparación con el tratamiento C
(Sc).
3.2 Análisis químico del suelo en
plantación
En la Tabla 4 se presenta la
caracterización del suelo donde se desarrolla la
plantación de Swietenia macrophylla.
Según la clasificación de Cairo y Fundora
(2007), se evalúa la capacidad de cambio catiónico
(T) como baja, el porcentaje de saturación en base (V)
como moderadamente alto, la capacidad de cambio de base (S) como
bajo, los valores de pH en KCl van desde 4,6 a 4,9 evaluados como
muy ácido el contenido de calcio, magnesio, sodio, potasio
como bajo, así como también el contenido de materia
orgánica.
La disponibilidad máxima de nutrientes en S.
macrophylla, se encuentra en un rango entre alcalino y
neutro, aunque se conocen plantaciones con buenos resultados en
suelos ácidos con pH de 4,5. (Mayhew y Newton, 1998;
Veríssimo y Grogan, 2002).
Según Betancourt (1987), S. macrophylla
prefiere suelos ricos, profundos y bien drenados, en este caso el
suelo donde se desarrolla la especie el suelo presenta baja
fertilidad natural y bajo contenido de materia orgánica,
esto limita el desarrollo de la especie en su sitio de
plantación.
3.3 Comportamiento de las plantas en el sitio de
plantación
3.3.1 Resultados en plantación a
los tres meses
Tabla 5. Mediciones de altura y diámetro a los
tres meses de plantada. Letras distintas difieren
significativamente para p<0.05 (n= 25 plantas por tratamiento)
Prueba de Duncan.
Tratamientos | Altura (cm) | Diámetro en el cuello de | Esbeltez (h/d) |
A = Tu50-Ec50 | 30,00 (a) | 0,695 (a) | 4,32 (a) |
B = Tu25-Ec25- Co50 | 26,41 (ab) | 0,649 (ab) | 4,07 (b) |
C = Sc-100 | 23,07 (b) | 0,572 (b) | 4,03 (b) |
Las mediciones de altura, diámetro en el cuello
de la raíz y esbeltez de la tabla 5, muestran la respuesta
de las plantas en cada uno de los tratamientos en condiciones de
plantación. El tratamiento A (Tu50-Ec50) es el mejor
resultado en altura, seguido por el tratamiento B (Tu25-Ec25-
Co50) y al final el C (Sc) corresponde con el menor
valor.
En relación con los valores del diámetro
en el cuello de la raíz se observa que existen diferencias
significativas entre los tratamientos A (Tu50- Ec50) y C (Sc). El
tratamiento A (Tu50-Ec50), de valor 0,695 cm es el mejor
tratamiento de los tres, seguido por tratamiento B
(Tu25-Ec25-Co50) y C (Sc) que tienen los valores 0,649 cm y 0,572
cm respectivamente.
La esbeltez es un parámetro importante para la
evaluación de la calidad de la planta según Oliet
(1997), citado por Mitchell (2007). A los tres meses de plantada,
el tratamiento A (Tu50-Ec50) tiene el mayor valor para este
índice y entre los tratamientos B y C no hay diferencias
significativas. Por tanto el tratamiento A (Tu50-Ec50) se
comporta de manera distinta al resto de los tratamientos, no
obstante un parámetro por sí solo no debe definir
cuál es el mejor tratamiento, sino que se debe considerar
un conjunto de parámetros en el estudio.
3.3.2 Resultados en plantación a
los seis meses
Como se observa en la tabla 6, en relación con la
altura, los tratamientos A (Tu50-Ec50) y C (Sc) muestran que
existen diferencias significativas entre ellos. El tratamiento
que presenta mejor resultado es el tratamiento A (Tu50-Ec50),
seguidamente B (Tu25-Ec25-Co50) y C (Sc).
Tabla 6. Parámetros morfológicos a los
seis meses. Letras distintas difieren significativamente para
p<0.05 (n = 25 plantas por tratamiento) Prueba de
Duncan.
Tratamientos | h (cm) | Dcr (cm) | h/d |
A | 34,93 (a) | 1, 16 a | 3,02 (a) |
B | 31,91 (ab) | 1, 17 a | 2,73 (c) |
C | 27,81 (b) | 0, 97 b | 2,87 (b) |
Tratamientos: A = Tu50-Ec50,
B=Tu25-Ec25-Co50, C = 100Sc
En relación con el diámetro en el cuello
de la raíz se observa que en los tratamientos A
(Tu50-Ec50) y B (Tu25-Ec25-Co50) no existen diferencias
significativas, pero se aprecia que el tratamiento B
(Tu25-Ec25-Co50) cuyo valor es 1,17cm es el mayor de los tres,
seguido por el tratamiento A (Tu50-Ec50) y al final C (Sc) con el
menor desarrollo para esta etapa. Estos resultados a los seis
meses han expresado diferencias en cuanto a ritmo de crecimiento
en comparación a las mediciones a los tres meses. Casi han
doblado su diámetro en los seis meses, el tratamiento A
(Tu50-Ec50) aumentó en 0,465cm, el tratamiento B
(Tu25-Ec25-Co50) en 0,521cm y el tratamiento C (Sc) en 0,398cm.
Observe la figura 13.
Figura13 a, b, c. Altura de las plantas
en los tres tratamientos a los seis meses de plantadas
3.3.3 Resultados en plantación a
los 12 meses
En la presente tabla se expresan los valores promedios
de diámetro, altura y esbeltez por tratamientos. Se
comprobó que el tratamiento A (Tu50-Ec50) en el primer
año es superior en cuanto al comportamiento de las
variables estudiadas y presenta diferencias significativas con
respecto al resto de los tratamientos.
Tabla 7. Comportamiento de altura, diámetro y
esbeltez, a los 12 meses de plantada en el año 2008.
Letras desiguales indican diferencias significativas p < 0.05,
prueba Duncan.
Tratamientos | Altura (m) | Diámetro | Esbeltez (h/d) |
A | 1,18 a | 1,44 a | 0.81 b |
B | 1,10 b | 1,24 b | 0,88 a |
C | 1,07 b | 1,22 b | 0,87 a |
Tratamientos: A = Tu50-Ec50,
B=Tu25-Ec25-Co50, C = 100Sc
Con relación a la altura, se puede apreciar que
no existen diferencias significativas entre los tratamientos B
(Tu25-Ec25-Co50) y C (Sc), pero sí con respecto al
tratamiento A (Tu50-Ec50) que presenta mayor valor en cuanto al
crecimiento de la planta. Sin embargo (Bodero et
al., 2007), haciendo referencia al pronóstico de
desarrollo de esta especie en plantaciones cuyos autores son
Wolffsohn y Lamprecht, definen que para las condiciones de
América, los valores de altura al año oscilan entre
1, 5 y 2 m. Como se observa en este caso en ninguno de los
tratamientos el valor de la altura llega a 1, 5 m. Esto pudiera
deberse a que el suelo no mantiene niveles óptimos de
humedad para la especie.
Analizando los valores del diámetro, en el
tratamiento A (Tu50-Ec50), existe un mayor valor que se puede
diferenciar claramente de los otros tratamientos.
En cuanto al índice de esbeltez el menor valor lo
presenta el tratamiento A, lo que confirma que en estos momentos
es precisamente este el mejor de los tratamientos evaluados. Los
tratamientos B y C no mostraron diferencias significativas en el
valor de este índice.
3.3.4 Comportamiento de la supervivencia a los 12
meses de plantada
Tratamientos: A = Tu50-Ec50,
B=Tu25-Ec25-Co50, C =100Sc
Figura 14. Porcentaje de supervivencia a
los doce meses en plantación.
La supervivencia es un parámetro importante en la
evaluación del comportamiento de la especie en condiciones
de campo para comparar como se comporta la especie en un campo
abierto. A los doce meses el tratamiento A (Tu50- Ec50) con un
93% posee el porcentaje mayor, seguido por B (Tu25-Ec25-Co50),
con un 63% y al final el C (Sc) con 60%. La disminución de
la supervivencia en los tratamientos B y C pudiera tener su
explicación en relación con la ubicación de
los tratamientos ya que éstos estaban más expuestos
a la predación animal. Álvarez y Varona (2006),
refieren que dentro de las causas que pueden ocasionar fallas en
las plantaciones se encuentra el pastoreo y precisamente en la
zona había una alta presencia de ganado mayor. Otro factor
pudiera estar influenciado por la calidad del cepellón que
acompañó a las plantas al sitio de
plantación.
3.3.5 Comportamiento en
plantación a los 24 meses
A continuación se presentan los resultados de la
evaluación de los parámetros morfológicos
estudiados a los 24 meses de plantación
Tabla 8. Comportamiento de altura, diámetro y
esbeltez a los 24 meses de plantadas (año 2009). Letras
desiguales indican diferencias significativas <0.05, prueba
Duncan.
Tratamientos | Altura (m) | Diámetro | Esbeltez (h/d) |
A | 2,12 a | 2,30 a | 0.92 b |
B | 1,93 b | 1,97 b | 0.97 ab |
C | 1,90 b | 1,85 b | 1,02 a |
Tratamientos: A = Tu50-Ec50,
B=Tu25-Ec25-Co50, C = 100Sc
Como se observa en la tabla 8 con relación a la
altura el tratamiento A (Tu50-Ec50) continúa con el mayor
valor en esta variable. No obstante si analizamos el valor de las
medias, le continúa en mejores resultados el tratamiento B
(Tu25-Ec25-Co50) y finalmente el tratamiento C (Sc), aunque entre
ellos no existe diferencias estadísticamente
significativas.
La altura es un indicador del grado de desarrollo de la
parte aérea. (Pineda-Ojeda et al., 2004, citados
por Fuego, 2008), plantean que plantas grandes, mejoran la
constitución morfológica, mayor supervivencia y
crecimiento en campo.
En el diámetro existen diferencias significativas
entre el tratamiento A (Tu50-Ec50), respecto a los tratamientos B
(Tu25-Ec25-Co50) y C (Sc).
El mejor valor del índice de esbeltez lo presenta
el tratamiento A (Tu50-Ec50). Entre los tratamientos A y C hay
diferencias estadísticamente significativas. En este caso
el tratamiento B es estadísticamente similar al A y al
C.
3.3.6 Comportamiento en plantación a los 36
meses
Tabla 9 Comportamiento de altura, diámetro y
esbeltez a los 36 meses de plantada (año 2010). Letras
desiguales indican diferencias significativas p < 0.05, prueba
Duncan.
Tratamientos | Altura (m) | Diámetro | Esbeltez |
A | 3,17 a | 4,22 a | 0,75 a |
B | 2,50 b | 3,90 a | 0,64 ab |
C | 2,31 b | 3,89 a | 0.59 b |
Tratamientos: A = Tu50-Ec50,
B=Tu25-Ec25-Co50, C = 100Sc
En altura los tratamientos B (Tu25-Ec25-Co50) y C (Sc)
muestran que no hay diferencia significativa entre ellos, pero en
relación con el tratamiento A (Tu50-Ec50) hay diferencias
significativas.
Según el análisis estadístico no
hay diferencias significativas entre los tres tratamientos, pero
se observa que el tratamiento A (Tu50-Ec50) presenta el mayor
valor de la media del diámetro seguido por B
(Tu25-Ec25-Co50) y final C (Sc).
Bodero et al., (2007), refieren que el
desarrollo de esta especie en plantaciones para las condiciones
de América, los valores de altura a los tres años
oscilan entre 3,5 y 4 m, mientras que los valores del
diámetro se encuentran comprendidos entre 5 y 7 cm. Los
resultados obtenidos en este caso se asemejan a estos.
Los árboles en una pequeña
plantación en Perú alcanzaron unas alturas de 6,5 m
en 3 años, 9.3 m en 5 años y 11,4 m en 7
años (Burgos, 1954). Estos resultados difieren de esos
valores, la plantación a la que se hace referencia en
Perú se realizó en condiciones de suelo
óptimo para la especie.
El menor valor del índice de esbeltez y mejor
comportamiento para este parámetro lo presenta el
tratamiento C (Tu50-Ec50). El tratamiento B es
estadísticamente similar al A y C.
3.3.7 Comportamiento en
plantación a los 48 meses
En el área de plantación se realizó
la última medición de los parámetros
morfológicos mostrándose en la tabla10, se midieron
las plantas del tratamiento A y en el tratamiento B, una sola
planta que sobrevivió.
Tabla 10 Comportamiento de altura, diámetro y
esbeltez a los 48 meses de plantada (año 2011). Letras
desiguales indican diferencias significativas p < 0.05 prueba
Duncan.
Tratamientos | Altura (m) | Diámetro | Esbeltez |
A | 4,07 | 5,32 | 0,76 |
B | 3,10 | 4,30 | 0,72 |
Tratamientos: A = Tu50-Ec50,
B=Tu25-Ec25-Co50, C = 100Sc
Es preciso aclarar que en el cuarto año de
evaluación solo se ha mantenido el tratamiento A
(Tu50-Ec50), que en todos los años ha sido el mejor. Los
valores que aparecen en la tabla relacionados con el tratamiento
B (Tu25-Ec25-Co50), corresponden a la medición de una sola
planta que fue sobreviviente en el mismo.
Todo parece indicar que el sustrato con el que fueron
cultivadas las plantas en el vivero ejerce alguna influencia
sobre el crecimiento y desarrollo en plantación al menos
en el primer tiempo. Si el tratamiento B, hubiera sobrevivido,
los valores obtenidos en altura y diámetro a la
única planta evaluada difieren significativamente de los
valores medios del tratamiento A. Aunque en el tratamiento B, el
cepellón contenía los mismos elementos del sustrato
que el A, estos eran en menores proporciones, además se le
agregaba un compost en una proporción alta, tal vez este
compost no había alcanzado el nivel de maduración
óptimo capaz de propiciar el contenido de materia
orgánica necesario a la mezcla del sustrato.
También pudo haber incidido en estos resultados en los
primeros años, daños mecánicos provocados
por los animales en los tratamientos B (Tu25-Ec25-Co50) y C
(Sc).
3.4 Dinámica de crecimiento en
plantación
El ritmo de crecimiento de las plantas en un bosque
varía, en cada género y especie, en función
de sus propias características, en bosques plantados,
también se suma a esta variación la influencia que
ejerce la calidad de la planta obtenida en vivero, conocer el
sustrato, envase o fertilización más adecuada para
su cultivo, implica ya, en sí, otro grado de dificultad.
Este conocimiento es necesario para conseguir un adecuado manejo
de las especies en vivero, de forma que se garantice la
obtención de planta de calidad. La calidad de la planta
forestal es uno de los factores más importantes que
condiciona el éxito de la plantación
(Peñuela y Ocaña, 2000, Castillo, 2006, citado por
Fuego E.)
La dinámica de crecimiento en plantación
de plantas de Swietenia macrophylla obtenida en vivero
en diferentes sustratos, en condiciones climáticas
existentes en el momento en que se realizó la
plantación, obtenidos en la Estación
Meteorológica de Pinar del Río, favorecieron el
arraigo de la misma en su primera etapa de
plantación.
3.4.1 Dinámica del crecimiento en
altura
Como se observa en la figura 16, en los primeros 36
meses los tres tratamientos muestran similar comportamiento de
crecimiento; a partir de este mes que se constata una diferencia
en el crecimiento en altura en esta plantación, siendo
más marcada en el tratamiento A, llegando a una altura
media de 4,07 m a los 48 meses.
Figura 16. Esquema de las fases de
crecimiento en altura obtenido para plantas de Swietenia
macrophylla en los sustratos estudiados.
(Según Marie, 1949, citado por Betancourt, 1987),
en Martinica en lugares situados entre 250 m y 500 m sobre el
nivel del mar, el crecimiento de la S. macrophylla a los
cuatro años, tiene una altura de 5,27m.
3.4.2 Dinámica del crecimiento en
diámetro.
En la figura 17 se observa la dinámica de
crecimiento en diámetro, para plantas de Swietenia
macrophylla en los diferentes sustratos
estudiados.
Gráfico 17. Esquema de las fases
de crecimiento en diámetro obtenido para plantas de
Swietenia macrophylla en los sustratos
estudiados.
Como se observa en la figura 17, la dinámica del
crecimiento en diámetro, los tratamientos A y B presentan
similitud hasta alrededor de los 45 meses, donde hay una
variación en la dinámica que favorece al
tratamiento A, mientras que en el tratamiento C presenta un
crecimiento lento.
El hecho de que tanto la altura como el diámetro
presenten una dinámica de crecimiento más acelerada
en los tratamientos A y B, puede deberse a la influencia de los
nutrientes en los sustratos que hayan propiciado que las plantas
en estos casos hayan alcanzado mayor altura y diámetro. A
tales efectos Villar et al., (1997), demostraron
que las plantas de Pinus pinea más grandes y
mejor nutridas producidas en el vivero son las que mayor
desarrollo presentan en el campo.
3.5 Análisis de la fisiología de la
planta. Resultados del estado nutritivo de Swietenia
macrophylla en el tratamiento A (Tu50-Ec50)
Tabla 11. Análisis foliar en plantas del
tratamiento A (Tu50-Ec50)
En la tabla 11, se reflejan los resultados del
análisis foliar realizado en las plantas del tratamiento
objeto de investigación, en la misma los valores de
nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio
obtenidos se corresponden con los reportados en un
análisis foliar realizado por Saldia y Falcón (
1994) en plantaciones entre 3 y 5 años donde alcanzaron
valores de nitrógeno desde 1 a 3%, fósforo 0,05 %,
potasio entre 0,3-0,6 %, calcio entre 0,1-3,5 % y magnesio 0,05%
-0,07% para esta misma especie.
Los análisis foliares realizados son altamente
importantes en sentido general por su influencia en el desarrollo
de las plantas, así lo constatan Guardiola y García
(1990), quienes afirman que la importancia de los elementos
minerales está determinada por la influencia que ejercen
sobre los procesos bioquímicos y fisiológicos en la
planta.
Algunos autores han encontrado que los niveles tisulares
(tejidos vegetales) de elementos minerales esenciales que pueden
ser requeridos por las plantas (Epstein 1972 y 1994; citados por
Taiz y Zieger ,1998) son para el nitrógeno 1.0 m mol
g-1,1.5%, en el caso del potasio250 m mol g-11.0%, calcio125 g-1
m mol 0.5%, magnesio 80g-1 m mol 0.2 %, fósforo60 g-1, m
mol 0.2%. Valores que se acercan significativamente a los
alcanzados en S. macrophylla. Aunque no abundan
informaciones específicas para especies
forestales.
Sin duda, en la determinación de la
concentración de nutrientes minerales el análisis
de un tejido específico de un órgano en un
determinado estado de desarrollo es requerido. Los rangos de
suficiencia están comúnmente usados en la
valoración de nutrición de la planta, para cada
nutriente o cada elemento beneficioso. En algunos casos, el
crecimiento puede ser estimulado por un nutriente hasta el punto
que otros nutrientes pueden ser deficientes y no puede ocurrir el
desarrollo de la planta. El análisis de la planta puede
ayudar a detectar cambios en composición de la planta y
predecir el desarrollo y el crecimiento que de hecho se comporta
sinérgico o antagónico con la fertilización
del cultivo. La composición nutricional de plantas difiere
con el tiempo y la etapa de crecimiento y con las diferentes
partes de plantas y su nutrición (Allen et
al., 2007).
3.6 Análisis de las condiciones
climáticas
Tabla 12. Datos meteorológicos año
2008-2011. (Estación Pinar del Río).
Pinar del Rio | 2008 | 2009 | 2010 | 2011 | |
T (C°) | 24,4 | 24,3 | 24 | 24,3 | |
Humedad relativa (%) | 79 | 79,08 | 80 | 80 | |
Precipitación | 1269 | 1233,4 | 1308,7 | 1629,1 |
En la Tabla 12, se exponen los resultados promedios del
comportamiento de las variables climáticas (temperatura,
humedad relativa y precipitaciones), durante los 4 años de
desarrollo de la plantación, pudiéndose constatar
que la temperatura promedio anual fue de 24°C, la humedad 79%
y las precipitaciones entre 1200-1700 mm anuales. Los valores se
encuentran dentro de los rangos establecidos para la especie.
(Ver anexo 1).
Holdridge, 1940 y Lamb, 1966, coinciden que la S.
macrophylla crece mejor y alcanza su tamaño mayor
bajo las condiciones climáticas encontradas en la zona de
vida tropical seca. La zona de vida está limitada por una
temperatura anual promedio de 24°C o más, una
precipitación anual promedio de 1000 a 2000 mm. Bajo
ciertas circunstancias ecológicas, la S.
macrophylla se extiende hacia la zona de vida tropical
húmeda, la cual está limitada por una temperatura
anual promedio de 24 °C o más, una
precipitación anual promedio de entre 2000 y 4000 mm. De
manera adicional, la especie probablemente se extiende hacia la
transición entre las dos zonas anteriormente mencionadas y
las zonas de vida forestal subtropical seca y subtropical
húmeda. Se reporta que el crecimiento óptimo de la
caoba hondureña en Puerto Rico ocurre en áreas que
reciben 1900 mm o más de precipitación
anual.
Según Revelo y Palacios (2005), los extremos
tolerables de temperatura y altitud para el cultivo de la caoba
fluctúan entre los 12ºC a los 37°C y 0 a 1.400
msnm. La mínima precipitación anual aceptable es de
alrededor de 800 mm por año y puede ser cultivadas en
regiones con precipitación hasta los 5.000 mm/año.
De hecho las plantaciones con más alto rendimiento son
encontradas en regiones con precipitaciones mayores a 2 000
mm/año. La distribución anual de la
precipitación es importante. Una región con una
precipitación total alta pero con una larga
estación seca puede ser menos adecuada para la S.
macrophylla que una región con precipitación
baja y estación seca corta; la especie puede tolerar una
estación seca de hasta cuatro meses. La estación
seca más larga reportada en un país donde crece la
especie es de 5 meses, pero las tasas de crecimiento durante
largos períodos secos son bajas.
Otros factores que influyen en el contenido mineral de
los tejidos de las plantas son las condiciones climáticas
que prevalecen durante el crecimiento, la composición
química del medio en que la planta crece y la edad del
tejido en que se realiza el análisis.
Conclusiones
Los mejores valores de los parámetros
morfológicos estudiados en plantación se
obtienen en las plantas del tratamiento A (Tu50-Ec50), que es
además el único sobreviviente a los cuatro
años de evaluación.La evaluación de las plantas de Swietenia
macrophylla Kinga los cuatro años de plantadas,
demuestra la calidad de las plantas obtenidas en la etapa de
vivero y la influencia de la calidad del cepellón con
respecto al desarrollo en el sitio de
plantación.El balance nutricional en las plantas está
entre los rangos adecuados para la especie en la etapa de
desarrollo.La calidad de las plantas corresponde con la
condiciones del sitio de plantación estudiado ya que
el mismo presenta un suelo de baja fertilidad natural y bajo
contenido de materia orgánica.El tratamiento A (Tu50-Ec50) a los doce meses de
plantada presenta mayor porcentaje de
supervivencia.
Recomendaciones
Estudiar los sustratos de mejor resultados en otras
especies forestales.Los resultados obtenidos pueden utilizarse como
referencia tanto para el sector productivo como para las
investigaciones teniendo en cuenta que pueden ser parte de
una futura base de datos para las condiciones en
Cuba.
Bibliografía
Adolfo, J. 2007. Diversidad
genética en poblaciones de Swietenia
macrophylla. King (Meliaceae) en Costa Rica y
Bolivia. Tesis Magister Scientiae, Turrialba, CR,
CATIE, 88 p.Álvarez, P. y Varona, J. 2006.
Silvicultura. Editorial Félix Varela. La Habana,
segunda reimpresión, 354 p.Allen, V. Barker, David J. Pilbeam.
2007. Handbook of Plant Nutrition University of Leeds, Leeds,
United Kingdom Boca Raton London New York. Editorial Board.
603p.Armas, I. 2012. Clasificación
taxonómica. Consulta personal.Bauer, G.P. 1987. S. Macrophylla and S.
Mahagoni development and growth: the nursery phase and
the establishment phase in line planting in the Caribbean
National Forest, Puerto Rico. Syracuse, NY: Tesis (en
opción al grado científico de Máster)
310 p.Betancourt, A. 1987. Silvicultura especial de
árboles maderables tropicales. Editorial
científico y técnico. 423 p.Bodero, A.; Revelo, N.; y
Hernández, L. 2007. Propuesta Nacional para el manejo
sostenible de la Swietenia macrophylla King en
Ecuador. Disponible en: www.ibcperu.org/doc/isis/7476.pdf .
Consulta: 21 Febrero 2012.Bonilla, M. 2001. Evaluación del
comportamiento de Pinus tropicalis Morelet en la
fase de vivero con tubetes. Pinar del Río. Tesis (en
opción al grado científico de Doctor en
Ciencias Forestales). Universidad de Pinar del Río 100
p.Burgos, J. 1954. Contribución al estudio de
la silvicultura de algunas especies forestales en Tingo
María. Perú. 12:14-53. Disponible en:
http://www.lamolina.edu.pe/proyectocaoba/librocaoba/Capitulo%207%20Bibiogafia.pdf
. Consulta 16 Mayo 2012.Cairo, P. y Fundora, O. 2007. Edafología.
Editorial Félix Varela. 475 p.Castillo, I. 2006. Efecto de diferentes sustratos y
del endurecimiento por riego en la calidad de las plantas de
Eucalyptus grandis Hill ex Maiden en contenedores en
Pinar del Río, Cuba. Tesis (en opción al grado
científico de Doctor en Ciencias Forestales).
Universidad de Pinar del Río. 183 p.Cobas, M. 2001. Caracterización de los
atributos de calidad de la planta de Hibiscus elatus
Sw.cultivada en tubetes. Pinar del Río. Tesis (en
opción al grado científico de Doctor en
Ciencias Forestales). Universidad de Pinar del Río 100
p.Domínguez, L. S. 1997. La importancia de la
producción de plantas forestales. Centro de Mejora
Forestal. El Serranillo. 34-37 p.
15. Fajardo, M. 2005. Estudio de la calidad de la planta
de Swietenia macrophylla King cultivada en diferentes
substratos. Trabajo de Diploma, Universidad de Pinar del
Río, 53 p.
16. Flinta, C. M. 1960. FAO. Prácticas de la
Plantación Forestal en América Latina. Roma.
497p.
17. Fonseca, E.; Valeri, E.; Miglioranza, N.; Fonseca,
L. 2002. Padrão de qualidade de mudas de Trema micrantha
(L.) Blume, producidas em diferentes períodos de
sombreamento. Rev. Árvore. Vol. 26, No. 4 515- 523
p.
18. Fors, y Reyes A. 1947. Manual de Silvicultura, 250
p. IV.Edición.Instituto Nacional de Desarrollo y
Aprovechamiento Forestal.
19. Frías, M. 2011. Comportamiento en
plantación de Eucalyptus grandis Hill ex Maiden
producidas en tubetes con diferentes sustratos y riego de
endurecimiento. Pinar del Río. Tesis (en
opción al Título académico de Master en
Ciencias Forestales). Universidad de Pinar del
Río, 76 p.
20. Fuego, E. 2008. Influencia de diferentes sustratos
obtenidos del compostaje de corteza de Eucalyptus en la
calidad de plantas de Eucalyptus saligna Smith y su
desarrollo en plantación. Tesis (en opción al
Título académico de master en Ciencias Forestales)
Universidad de Pinar del Río, 86 p.
García, M. 2012. Clasificación
taxonómica. Consulta personal.García M., Armas I., Páez C., Porras
M. 2004. Reproducción y Sistemática Vegetal
para estudiantes de Ingeniería Forestal. Universidad
de Pinar del Río.165 p. Disponible en
htt:/www.repositorio.upr.edu.cuGuardiola, J. y García L. 1990.
Absorción, transporte y metabolismo de los elementos
minerales. Fisiología Vegetal. I: Nutrición y
Transporte. Editorial C. De la Vida.- España p.
65-123.Holdridge, L. R. and Marrero J. 1940. Preliminary
notes on the silviculture of big-leaf mahogany. Caribbean
Forest 2(1): 20-23.Howard F. W. and Merida, M. 2010. Collier County
Cooperative Extension Service, University of Florida.
Disponible en:
http://entnemdept.ufl.edu/creatures/trees/moths/mahogany_borer-spanish.htm
. Consulta 16 abril 2012.Lamb, F. B. 1966. Mahogany of tropical America: its
ecology and management. Ann Arbor, MI: The University of
Michigan Press. 220 p.Linares, E. 2005. Instructivo para determinar la
supervivencia en plantaciones forestales (Instrucción
Técnica No. 6). MINAG. 94 p.Mayhew, J. and Newton, A. 1998. The silviculture of
mahogany. Edinburgh, UK, University of Edinburgh, CABI
Publishing. 226 p.Mejía, M.; Buitrón, X.; Peña,
M. and Grogan, J. 2008. Big-leaf mahogany (Swietenia
macrophylla) in Perú, Bolivia and Brazil. WG 1
– Case Study 4. Mexico, 36 p.Mitchell, N. 2007, Estudio del comportamiento de la
calidad de Swietenia macrophylla King. Cultivada en
diferentes sustratos. Trabajo de diploma. Universidad de
Pinar del Río. 103p.Olmedo, A. 2007. Comportamiento de una
plantación de Eucalyptus grandis Hill ex
Maiden producido con diferentes sustratos y riegos de
endurecimiento.Trabajo de Diploma. Universidad de Pinar del
Río. 55 p.Pastor, J. N., 2004, Utilización de sustratos
en vivero. Disponible en:
http://www.chapingo-.mx/terra-/contenido/17/3/art Consulta 7
Abril, 2012.Patiño, F.; Centeno, R. and Marín, J.
2002. Conservation and use of mahogany inforests ecosystems
in Mexico. Satellite event on the occasion of the Ninth
Regular Session of the Commission on Genetic Resources for
Food and Agriculture. Inter-Departamental Working Group on
Biological Diversity for Food and Agriculture. FAO, Roma,
Italy. s/p.
37. Peñuelas, J. L. y Ocaña, L. 2000
Cultivo de la planta forestal en contenedor. Edición
Mundi-Prensa, Madrid. España. 126 p.
38. Revelo, N. y Palacios, W. 2005. Avances
silviculturales en la Amazonía Ecuatoriana: 21, 58.
Disponible en:
http://www.cites.org/common/com/PC/15/X-PC15-01-Inf.pdf. Consulta
6 Mayo 2012
39. Sablón, M. 1984.
Dendrología. Editorial Pueblo y Educación. 200
p.
40. Saldia, A. y Falcón, O. 1994. Estudio de la
composición mineral de tres especies del género
Swietenia para el diseño del medio del cultivo
idóneo. Trabajo de Diploma. Universidad de Pinar del
Río. 60p.
41. Strasburger, E.; Noll, F.; Schenck, H. y Schimper,
W. 1984. Tratado de Botánica.Sexta Edición.
Editorial Marin, S.A. Barcelona-España.
42. Taiz, L. and Zieger, E. 1998. E. Mineral Nutrition.
In Plant Physiology. Editorial Interam. McGrow Hill. 123
p.
44. Vásquez, E. y Torres, S. 1982.
Fisiología Vegetal. Editorial Pueblo y Educación.
La Habana.427p.
45. Veríssimo, A.; Grogan, J. 2002. ível
do Mogno, Internacional. Brasilia, BR. Ministerio do Meio
Ambiente. 39 p.
46. Villar, P.; Domínguez, S.; Peñuelas,
J. L.; Carrasco, I.; Herrero, N.; Nicoles, J. L.; y Ocaña.
L. 1997. Plantas grandes y mejor nutridas de Pinus pinea L.
tienen mejor desarrollo en el campo. I Congreso Forestal
Español. España. 227 p.
47. Whitmore, J. L. 1983. Swietenia macrophylla and S.
humilis (caoba, mahogany). in D. H. Janzen, ed., Costa Rica
Natural History. Chicago: University of Chicago Press. 331-333
p.
Anexos
Anexo 1. Datos climáticos desde 2008-2011. De la
estación Meteorológica de Pinar del
Río.
Provincia | Año | Meses | T med | Hrmed | P mes |
P.Río | 2008 | enero | 21.3 | 77 | 2.7 |
P.Río | 2008 | febrero | 23.1 | 78 | 55.7 |
P.Río | 2008 | marzo | 23.4 | 75 | 34.5 |
P.Río | 2008 | abril | 24.2 | 72 | 36.6 |
P.Río | 2008 | mayo | 26.7 | 73 | 92.7 |
P.Río | 2008 | junio | 26.7 | 80 | 89.2 |
P.Río | 2008 | julio | 26.3 | 81 | 190.2 |
P. Río | 2008 | agosto | 26.6 | 82 | 208.7 |
P.Río | 2008 | septiembre | 26.6 | 84 | 426.7 |
P. Río | 2008 | octubre | 24.9 | 83 | 115.7 |
P.Río | 2008 | noviembre | 21.9 | 78 | 10.1 |
P. Río | 2008 | diciembre | 21.4 | 79 | 6.2 |
P.Río | 2009 | enero | 20.5 | 77 | 45.2 |
P. Río | 2009 | febrero | 19.9 | 72 | 27.5 |
P.Río | 2009 | marzo | 22.0 | 72 | 23.6 |
P. Río | 2009 | abril | 24.6 | 70 | 43.9 |
P.Río | 2009 | mayo | 26.0 | 74 | 45.6 |
P. Río | 2009 | junio | 26.3 | 83 | 262.5 |
P.Río | 2009 | julio | 27.3 | 83 | 163.2 |
P. Río | 2009 | agosto | 27.1 | 83 | 88.2 |
P.Río | 2009 | septiembre | 26.6 | 86 | 253.0 |
P. Río | 2009 | octubre | 25.9 | 83 | 50.6 |
P.Río | 2009 | noviembre | 23.1 | 81 | 159.9 |
P. Río | 2009 | diciembre | 22.5 | 85 | 70.2 |
P.Río | 2010 | enero | 19.4 | 79 | 72.5 |
P. Río | 2010 | febrero | 19.9 | 78 | 62.3 |
P.Río | 2010 | marzo | 20.5 | 74 | 56.1 |
P. Río | 2010 | abril | 23.9 | 76 | 46.7 |
P.Río | 2010 | mayo | 26.4 | 78 | 95.5 |
P. Río | 2010 | junio | 27.5 | 82 | 164.1 |
P.Río | 2010 | julio | 26.9 | 84 | 226.3 |
P. Río | 2010 | agosto | 26.8 | 86 | 287.2 |
P.Río | 2010 | septiembre | 26.5 | 85 | 177.7 |
P. Río | 2010 | octubre | 24.8 | 80 | 83.7 |
P.Río | 2010 | noviembre | 22.4 | 81 | 21.5 |
P. Río | 2010 | diciembre | 18.3 | 74 | 15.1 |
P.Río | 2011 | enero | 20.5 | 79 | 38.1 |
P. Río | 2011 | febrero | 21.7 | 76 | 0.3 |
Continuación del Anexo 1.Datos
climáticos desde 2008-2011. De la estación
Meteorológica de Pinar del Río.
Provincia | Año | Meses | T med | Hrmed | P mes |
P.Río | 2011 | marzo | 22.6 | 72 | 87.4 |
P. Río | 2011 | abril | 25.5 | 74 | 36.0 |
P.Río | 2011 | mayo | 26.0 | 72 | 110.3 |
P. Río | 2011 | junio | 26.6 | 81 | 152.4 |
P.Río | 2011 | julio | 26.6 | 83 | 367.1 |
P. Río | 2011 | agosto | 26.5 | 86 | 329.9 |
P.Río | 2011 | septiembre | 26.4 | 86 | 129.7 |
P. Río | 2011 | octubre | 24.6 | 86 | 340.3 |
P.Río | 2011 | noviembre | 22.9 | 80 | 28.1 |
P. Río | 2011 | diciembre | 21.7 | 82 | 9.5 |
Imágenes de crecimiento de Swietenia
macrophylla Kingdurante la etapa de
plantación.
Figura 1. Swietenia macrophylla
a los seis meses de plantada
Figura 2. Primer año de
plantación.
Figura 3. Cuarto año de
plantación.
Autor:
Arminda Inés López
Valladares
TUTORAS:
Dra. Milagros Cobas López
MSc. Ilya García Corona
Pinar del Río, Mayo de
2012
"Año 54 de la
Revolución"
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |